martes, 17 de abril de 2012

Volvió YPF

 

YPF

Hoy es un día muy especial. Volvió YPF, como reza el título del diario Página 12.

Desde ayer, volvió a ser de todos, nuestra querida petrolera estatal, que hace más de 20 años, y como consecuencia de la aplicación brutal de las políticas neoliberales fue privatizada y vendida por migajas por el mayor vendepatria que tuvimos, Carlos Saúl Menem.

Yo, que fui un profesional de YPF y que por aquel eufemismo del “retiro voluntario” fui obligado a renunciar a mi trabajo en dicha empresa, nunca pensé que iba a volver a verla con la bandera argentina. Hoy tengo la satisfacción de ver cumplido este sueño que seguramente será compartido por todos los compañeros que en algún momento de nuestras vidas tuvimos un espacio en común en nuestra petrolera estatal.

Por eso es que este día es histórico, porque recuperamos nuestro patrimonio y el manejo de nuestros recursos naturales, y la alegría de caminar hacia un país distinto, más justo y más soberano.

Bienvenida YPF al corazón de los argentinos.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Vivir la emoción

Crónica del concierto “Dos Pájaros Contraatacan” en el Luna Park (18/03/2012)

¡Que difícil se hace poder contar todo lo que pasó en esta noche! No sé si hay que contarlo en forma secuencial, describiendo todo lo que pasó y con el peligro de que seguramente quedará mucho sin contar, o contar todas las emociones que sentí a lo largo del concierto que compartí con mi compañera, Peque, y con más de 7000 personas en el Luna Park. Me inclino por esto último.

Ya desde el comienzo, cuando ingresamos al estadio se notaba un clima de mucha expectativa y de entusiasmo por lo que iba a venir. Creo que toda la gente que se encontraba en el recinto, ya los había visto alguna vez, pero no perdían la ilusión de encontrar sorpresas y algo más, ya que estos artistas nunca engañaron a su público y siempre dieron todo sobre el escenario. Yo los vi hace unos años en la cancha de Boca y escribí mi visión del concierto en una crónica que titulé “Yo estuve ahí”, ya que pensaba en ese momento que nunca más se daría un acontecimiento de esas características. Pero por suerte me equivoqué y ahora estamos a punto de comenzar una nueva experiencia, que será inolvidable, seguramente.

El comienzo no se hace esperar y aparecen los “Pájaros nacidos un día del afecto y el talento de Roberto Fontanarrosa” sobre las pantallas de fondo, dando recomendaciones varias sobre cómo ser un buen chico durante el concierto, y, por supuesto, cómo transgredir esas reglas. No podía ser de otra manera y fue muy ocurrente.

Aparecieron Serrat y Sabina, con sus negros trajes, corbata y bombín, sobre el escenario y el Luna Park se vino abajo, con la gente aplaudiendo de pie y saludando a sus artistas. ¡Que pocos se pueden dar el lujo de gozar de esa gran devoción del público!. Y como nos tienen acostumbrados estos dos pájaros, vino la presentación con la combinación de “Hoy puede ser un gran día” con “Ocupen sus localidades”. Ya estábamos viajando en la emoción del espectáculo que no pararía hasta el final.

Las canciones fueron, poco a poco, las encargadas de ir creando diversos climas que llevaron al público a un fervor pocas veces visto y a los artistas a una entrega total. Es así que vinieron “Acuérdate de mi”, “La orquesta del Titanic”, “Después de los despueses”, “Maldito Blues”, “Hoy por ti, mañana por mi”, “Martinez” y “Cuenta conmigo” de su nuevo disco, intercaladas con varias de sus mejores e históricas canciones, como “Y sin embargo”, “Mediterráneo”, “No hago otra cosa que pensar en ti”, “Señora”, cantadas a dúo o en forma individual, y algunas joyitas como “La Magdalena” cantada por Serrat y “De cartón piedra” cantada por Sabina y con algún agregado de “Balada para un loco”. También y en el medio, una payada por milonga entre los dos pájaros, a la manera de los viejos payadores argentinos, como agradecimiento y homenaje a nuestro país por todo lo que ha representado para los artistas. Fueron más de tres horas de gozo y de disfrute total que culminaron con una emotiva versión de “Esos locos bajitos”, “Noche de bodas/Y nos dieron las diez” y de “Fiesta” para terminar, con todos los bises incluidos. Pero dentro de este manojo de canciones, y de muchos pasajes muy emotivos, uno muy especial fue cuando cantaron “Tan joven y tan viejo”, ya que lo hicieron de tal manera que nos conmovieron a todos los que presenciábamos el concierto. Fue un gran momento. O también cuando presentaron a “La orquesta del Titanic” con la voz inconfundible de Marcos Mundstock, contando la historia del hundimiento del barco y de cómo descubrieron a dos polizontes que dijeron ser músicos y fueron incorporados a la orquesta. Casualmente eran Serrat y Sabina. Fue muy ingenioso.

Creo que todo el concierto fue de primer nivel ya que los artistas pudieron mantener durante el mismo la emoción, alegría y expectativa de su público. Fueron intercalando canciones con algunas historias, con algunos chistes, principalmente para su público femenino, y algunas chanzas entre ellos, en donde se puso en evidencia el gran respeto que profesa Sabina hacia Serrat. Fueron más de tres horas de canciones, chistes y varios cambios de vestuario, y cuando nos quisimos acordar ya estaban terminando, pero el público quería más, y los pájaros no se hicieron rogar y volvieron varias veces al escenario. Fue todo una fiesta.

Y se vino el final, y con él la emoción, los bises y el público que pedía más canciones. Y por supuesto las lágrimas de emoción, los abrazos y la satisfacción de comprobar la grandeza de estos artistas completamente entregados al espectáculo y al público.

Además de Serrat y Sabina, y todo lo que entregaron, un capítulo especial es para las 7000 almas que poblaron el Luna Park. Ese público fiel que sigue a estos artistas en todas sus presentaciones, y se emociona, y aplaude, y baila, y se sorprende en cada canción y la canta como si fuera la última vez. Es un público muy especial que sigue a estos artistas por su conducta, por su coherencia ideológica y principalmente porque siempre han sido fieles a sus principios. Creo que deben ser muy pocos los artistas que tienen un público de estas características y eso está muy bueno.

Como decía…, y se vino el final… y la gente, como ocurre en cada presentación, salió del espectáculo con la satisfacción de haber presenciado algo único e irrepetible. Esos rostros que se vieron en la salida del estadio, denotaban esa emoción y la certeza de haber vivido una noche que seguramente será recordada por siempre y para siempre.

Queridos amigos, espero haber transmitido las emociones que sentimos y que quise compartir con todos ustedes.

Y aquí va este regalito del concierto, "Tan joven y tan viejo". ¡Que lo disfruten!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Feliz 2011!!!

Este será mi última publicación en el blog en este año 2010. Y como además hoy es el cumpleaños del admirado Joan Manuel Serrat, deseo dedicar esta entrada a ese evento y además a saludar a todas las amigas y amigos que me visitan, deseandoles unas Felices Fiestas y un inmejorable 2011.

Y... ¡que mejor que una buena canción!!!

"Maldito Serrat" es una hermosa canción que, hace ya un buen tiempo, escribió Ignacio Copani, y que me parece que es un merecido homenaje al "troesma", ya que expresa lo que muchos sentimos, y que seguramente nos cuesta poner en palabras. Copani ha logrado una síntesis maravillosa en esta canción que me emociona y que deseo compartir con todos ustedes, festejando sus 67 años. El video en el que Ignacio Copani canta "Maldito Serrat" está grabado en el concierto que él dió en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

Aquí va "Maldito Serrat". Feliz cumpleaños!!!

¡¡¡Feliz 2011!!!!


Maldito Serrat

Poesía de Ignacio Copani

Cómo lograste hacerme reír
y llorar y sentir que ya empieza la fiesta,
cómo lograste hacerme feliz
lejos de mi país que aplasta y apesta.

Cómo lograste en tu voz encender
al poeta de ayer, de tu España quebrada
y dime cómo la propia mujer
que yo quiero se fue detrás de tus palabras.

Maldito Serrat... Maldito ladrón...
Copiaste la idea que tenía yo
justo antes que yo mismo la escribiera,
maldito Serrat... Pero quién pudiera decir:

Ay... amor, sin ti no entiendo el despertar...
Ay... amor, sin ti mi cama es ancha,
Ay... amor, que me desvela la verdad,
entre tu y yo la soledad y un manojillo de escarcha

Cómo lograste hacerme sufrir
por Irene y Manuel y el adiós de Lucía.
Cómo lograste mentirme tan bien,
que hasta puedo creer que hoy va a ser un gran día.

Cómo lograste tanta precisión
describiendo a mi pueblo blanco y polvoriento
si el sacristán por ahí no te vio,
ni el cura, ni el cabo, ni el polvo ni el viento.

Maldito Serrat... Maldita canción...
Golpeando a las puertas de este corazón
que estará siempre de par en par esperando,
latiendo a tu ritmo, lo mismo que cuando cantaste:

Ay... Ay utopía... Dulce como el pan nuestro de cada día.

Cómo lograste hablar tanto de mi
y los locos que aquí adoramos tu tema.
No hago otra cosa que pensar en ti
cuando quiero escribir y no nace el poema.

Cómo lograste a los tiempos vencer,
con mi padre fue ayer, con mis hijas ahora
que te agradecen por hacernos ver
que de vez en cuando la vida enamora.

Bendito Serrat... Hermano mayor
de todo el que quiera hacer una canción
de verdad, de este tiempo que empuja y arrasa
o de las pequeñas cosas que nos pasan.

Bendito Juglar, no apagues tu voz,
qué hacemos nosotros, los de este rincón
sin oir en tu verso al amigo que abraza,
quién puede seguir y qué va a ser de mi si estás lejos de casa.


domingo, 28 de noviembre de 2010

Para la libertad

Crónica del concierto del 27/11/2010 en el Gran Rex de Buenos Aires
Hijo de la Luz y de la Sombra

"Llegó con tres heridas, la de la vida, la del amor y la de la muerte…”. De esta manera comenzó el tremendo concierto que nos brindó Joan Manuel Serrat, para homenajear a Miguel Hernández en los 100 años de su nacimiento. “Llegó con tres heridas…”, y las heridas las tenía en el alma Joan Manuel, o por lo menos así nos hizo sentir a toda la masa humana que poblábamos de bote a bote el Gran Rex.
Esas heridas estuvieron presentes a lo largo de todo el homenaje, de ese denso homenaje que se merecía el gran poeta y militante español, y que Serrat, con todo su oficio y sapiencia supo hacernos sentir. Creo que sintió el dolor, el desgarramiento y el amor de la poesía de Hernández. Cuando cantó “El hambre” acompañado por las imágenes de fondo de la guerra y por la expresión de sus manos y su cuerpo, me parece que nadie pudo permanecer indiferente. “Las abarcas desiertas” para expresar la ilusión frustrada de los zapatos vacíos de cada 6 de enero, “Mis abarcas heladas, mis abarcas desiertas…”, y la esperanza del “Dale que dale”, nos dieron una muestra de lo que se venía, ya que la perfecta combinación entre los dos trabajos de Joan Manuel, el de 1973 y el actual, permitieron una armonía y una emoción constante durante toda la primera parte del recital.


Uno conoce, seguramente, y tiene internalizados los temas de su primer disco del 73, porque los ha escuchado tantas veces, que se han convertido en carne, y los nuevos los está aprendiendo a apreciar, por eso, cuando Serrat canta “Elegía”, donde Hernández recuerda a su amigo Ramón Sijé, o “Menos tu vientre”, para su compañera, o “Nanas de la cebolla”, escrito en las cárceles franquistas recordando a su mujer y a su hijo, no deja de tener todas esas sensaciones amargas y desgarradoras que el poeta quiso imponer a su obra y que Serrat magistralmente pudo trasmitir a todo su público y a todo el mundo, en épocas en donde no era fácil hablar de estas cosas, en plena dictadura franquista. Anoche nuevamente pudo dejar expresa esta sensación y estremecimiento.


Una perlita del concierto fue la interpretación de “Tristes guerras”, canción cuya poesía es de Miguel Hernández, pero Serrat nunca grabó. Con una letra muy sencilla que Joan Manuel aprovechó para desgranar algunas frases, como la de Monsieur Verdoux, el gran personaje de Chaplin, cuando dijo que “Asesinar a una persona hace de uno un canalla; asesinar a millones hace de uno un héroe”. Fue un gran momento.


Sobre el final de la primera parte, vinieron “Si me matan bueno” y la maravillosa “Hijo de la luz y de la sombra” en donde el poeta expresa todo su amor hacia su compañera y que Joan Manuel, acertadamente, eligió como título para su nuevo trabajo, ya que, me parece, abarca todo el pensamiento y el amor de la poesía de Hernández. Serrat pudo trasmitir este sentimiento.


Un párrafo aparte se merece el final de esta primera parte. La resignificación que Serrat le da a “Para la libertad”, con nuevos ritmos, nuevo acompañamiento musical, y sobre todo y más importante, el acompañamiento tremendo de imágenes que nos muestran la historia de la España del siglo veinte, desde la guerra hasta el renacimiento democrático, con imágenes desgarradoras de la guerra, el pensamiento fascista del franquismo y la falange, y por último, la muerte del general y la transición hacia la democracia. Imágenes en color sepia que hacen que sean más realistas. “Para la libertad, sangro, lucho, pervivo…”. Este final, con el público emocionado, conmovido y de pie saludando al “maestro” y cantando junto a él, le dio este marco, este broche de oro, al homenaje a Miguel Hernández, que seguramente será inolvidable y permanecerá durante mucho tiempo en las retinas y en el corazón de todos los que participamos. Será muy difícil olvidar.


Y llegó el final del homenaje a Miguel Hernández y el intervalo. Y el grupo en pleno, compuesto por el gran Ricard Miralles en piano, Josep Mas “Kitflus” en teclados, Vicente Climent en batería, Israel Sandoval en guitarras, Olvido Lanza en viola y Victor Merlo en contrabajo, nos deleitó con una exquisita versión de “Vagabundear”.


Inmediatamente comenzaron los acordes de alguna música conocida, que hacía mucho tiempo que no escuchábamos, pero sabíamos bien de que se trataba, ya que había llegado “Tarrés” con su música y su aire latinoamericano, y las chanzas que Serrat desgranó a propósito del personaje. En esta segunda parte, más distendida y alegre llegaron muchas de sus canciones, que quizás no había cantado en otros conciertos, pero que muchos queríamos escuchar. Así Joan Manuel nos entregó como sutiles regalos “La bella y el metro”, la hermosa “Sinceramente tuyo” (Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio), “Los recuerdos”, con todo lo que ellos nos encienden, “Mediterráneo”, “Pueblo Blanco”, “Disculpe el señor”, “Cantares”, cantada con todo el público del teatro y para terminar, “Hoy puede ser un gran día”. El público emocionado y de pié pedía más.


Y llegaron los bises con el teatro de pié aplaudiendo la excelente actuación. Así pudimos escuchar una delicadísima versión de “Penélope”, la intimista “Aquellas pequeñas cosas”, a solas con Miralles, “Señora” que nos hizo regresar a nuestros años de adolescencia y a nuestros primeros amores, para concluir la fiesta, precisamente con “Fiesta”, y todo el teatro conmocionado por los momentos vividos.


Fue un “Banquete para los sentidos” (permiso Marina y gracias…). Nos paseó por todos sus tiempos, nos hizo retroceder recordando todas las épocas, desde nuestra adolescencia, allá por fines de los sesenta y principio de los setenta, hasta esta compleja actualidad, que cabalmente también representa la poesía de Hernández.


Aunque me parece que lo más importante es lo emotivo, no puedo dejar de mencionar la calidad de los músicos que acompañaron a Serrat, con exquisitos acompañamientos, y también, un escenario despojado y muy simple, que luego con las imágenes, videos y juegos de luces fue cobrando vida y dándole sentido a muchas de las interpretaciones del concierto. Gran belleza escénica.


Un párrafo aparte, es el de la gente, esa gente fiel que sigue al Nano durante años, y que hoy lleva a sus hijos y sus nietos a verlo. Es muy emotivo ver en el teatro a esa multitud que sigue a este artista inoxidable, que cada vez que quiere nos regala una sorpresa como la de esta noche. Este Serrat con una voz muy bien utilizada, a pesar de los años, y que sabe poner en su brillo toda la emoción que requiere cada interpretación.


Serrat, a través de sus canciones, nos hace recordar nuestras cosas más íntimas, nos pasea por todos nuestros recuerdos, que siempre están presentes, como los de aquella primera novia, a la que le dimos el primer beso, y no nos olvidamos nunca más. Seguramente todos los presentes tuvimos momentos y recuerdos para atesorar. Esta catarsis colectiva y compartida seguramente constituirá un momento inolvidable para todos los que estuvimos allí.


Fue una suerte estar allí y poder compartir con la gente que uno quiere, presentes y ausentes, esta velada que seguramente, como todas las que nos brinda el Nano, será inolvidable y atesorada en nuestro baúl de grandes momentos de nuestra vida.




Video: El final con "Fiesta"


domingo, 14 de noviembre de 2010

Requiem de Mozart

El 5 de marzo de 2006, tuve la oportunidad de integrar un coro con el que participamos del Festival Internacional de Música Clásica de Ushuaia. El coro se llamó Coro Pro Arte y cantamos junto a la Orquesta Sinfónica de Praga y solistas del Teatro Colón, la Misa de Requiem de Mozart.

Para mi fue una experiencia maravillosa, ya que nunca había cantado este tipo de música, pero asumí el desafío y después de casi un año de ensayos, en los que participamos muchos compañeros de Río Grande y de Ushuaia, estuvimos listos para cantar esta obra grandiosa. Además, estar acompañado por la Sinfónica de Praga le daba al evento una magnitud impresionante. Todo fue una gran emoción, y una manera perfecta de coronar el trabajo de todo un año. El aplauso del público, de pié durante varios minutos, le puso un broche de oro a una noche inolvidable.

Fue una noche inolvidable, que compartí con los compañeros de canto, amigos y la familia, y seguramente la recordaré por siempre.

Hoy deseo compartir con ustedes un fragmento de aquel momento, dejándoles este video que tiene como música de fondo el segundo de los movimientos de la obra, el Kyrie, cantado por el coro y la orquesta esa noche maravillosa, y con una serie de fotos que ilustran varios de los momentos vividos en aquel evento.

¡Que lo disfruten! Gracias.


sábado, 6 de noviembre de 2010

Asignatura Pendiente

Asignatura Pendiente es una película del año 1977, dirigida por José Luis Garci. España salía del Franquismo, ya que Franco habia muerto en el 75, y muchas de las películas de la época reflejaban las frustraciones, los deseos y las ilusiones de los españoles.

Esta película es de esas, con una historia muy sencilla, de una pareja que se encuentra después de muchos años, cada uno con su vida particular y su familias, y reflexiona sobra las cosas perdidas o las frustraciones y las cosas que no pudieron hacer, por los prejuicios de una sociedad que aceptaba a ese poder de 40 años, que significó el franquismo.

Creo que hay cierto paralelismo con todo los que nos sucedió a nosotros, desde los 60 hasta el renacimiento de la democracia en 1983. Todos los prejuicios que tuvimos, las prohibiciones, el autoritarismo, etc. Por eso me gusta esta película y lo que dice.

Debo recordar que en la argentina se estrenó en 1979 o 1980 y toda cortada, porque trabajaba Hector Alterio que estaba prohibido en nuestro país. Yo pude verla completa después del 83 y la he visto en muchas oportunidad.

Aquí les dejo un fragmento de la película, que me parece que es la parte troncal. Son tres minutos con un hermoso monólogo de Pepe Sacristán.

Aquí la comparto con ustedes. Abrazos.


miércoles, 27 de octubre de 2010

Dolor y Tristeza



Hoy se nos fue este hombre, el hombre que se animó a dar la orden. "Proceda", le ordenó a Bendini, quien procedió a descolgar el cuadro del dictador Videla.

Mucho dolor y tristeza me provocó su muerte. Le quiero rendir mi homenaje.